El calentamiento es uno de esos pasos que muchos jugadores amateur suelen subestimar, pero la realidad es que puede marcar la diferencia entre un partido cómodo y fluido o una jornada llena de molestias y riesgo de lesiones. En el caso del tenis, un deporte que exige velocidad de reacción, desplazamientos cortos pero explosivos y una gran movilidad de caderas, hombros y muñecas, la preparación previa es clave.
En este contexto, el calentamiento dinámico se ha consolidado como la opción más efectiva frente al estático, ya que implica movimientos activos que simulan la intensidad y las acciones propias del juego. En lugar de quedarse quieto estirando, el cuerpo entra en movimiento progresivo con ejercicios como rotaciones articulares, zancadas con desplazamiento, balanceo de piernas, skipping o incluso pequeños desplazamientos laterales similares a los del tenis.
Veamos en detalle por qué este tipo de calentamiento debería ser la primera opción de cualquier jugador de tenis amateur y cómo incorporarlo de manera sencilla en tu rutina.
Beneficios del calentamiento dinámico
1. Mejora la movilidad y la flexibilidad funcional
A diferencia del estiramiento estático, que busca elongar un músculo en reposo, los movimientos dinámicos aumentan la amplitud de movimiento en acción. Esto significa que tus caderas, tobillos y hombros estarán listos para responder a desplazamientos rápidos, giros y golpes exigentes desde el primer punto.
2. Activa el sistema cardiovascular
Uno de los objetivos más importantes antes de competir es preparar el corazón y los pulmones. Al moverte de forma progresiva, tu frecuencia cardíaca se eleva de manera controlada, asegurando que tu cuerpo transporte más oxígeno y nutrientes a los músculos cuando empiece la acción intensa en la cancha.
3. Prepara los músculos para la acción real
El calentamiento dinámico replica patrones de movimiento del tenis. Tus músculos no solo se calientan, sino que empiezan a trabajar en los mismos rangos de fuerza y velocidad que luego usarás en el partido. Esto se traduce en reacciones más rápidas y golpes más eficientes.
4. Mejora la coordinación y el balance
El tenis no es solo cuestión de fuerza, sino de coordinación fina. Al incluir ejercicios que imitan desplazamientos y gestos técnicos, entrenás también al sistema nervioso. Así, tu cuerpo logra mayor precisión y estabilidad al ejecutar golpes de derecha, revés o voleas.
5. Reduce el riesgo de lesiones
Una de las ventajas más claras del calentamiento dinámico es que prepara al cuerpo para responder mejor a esfuerzos repentinos. Esto disminuye la probabilidad de esguinces, contracturas y desgarros, muy comunes entre amateurs que entran a la cancha sin preparación.
Por qué evitar el calentamiento estático antes de jugar
El calentamiento estático, basado en mantener estiramientos prolongados, tiene su lugar en el entrenamiento, pero no justo antes de un partido. Varios estudios han demostrado que abusar de este tipo de estiramiento previo a una actividad intensa puede disminuir la fuerza muscular, la velocidad y la precisión.
Además, no ofrece activación cardiovascular ni prepara a las articulaciones para movimientos explosivos. Por eso, si tu objetivo es rendir al máximo y evitar lesiones, lo mejor es dejar los estiramientos estáticos para después del partido o para sesiones de recuperación específicas.
Cómo incorporar el calentamiento dinámico a tu rutina
No hace falta dedicar más de 10 a 15 minutos. Lo importante es mantener la progresión de menor a mayor intensidad y simular movimientos propios del tenis. Aquí tenés una secuencia práctica:
Movilidad articular suave: rotaciones de tobillos, rodillas, caderas, hombros y muñecas.
Ejercicios dinámicos: zancadas hacia adelante y laterales, skipping suave, saltos cortos y balanceo de piernas.
Activación cardiovascular ligera: trote alrededor de la cancha o saltos en el lugar durante 5 minutos.
Gestos de tenis controlados: simulación de saques, golpes de derecha y revés a baja intensidad.
Desplazamientos específicos: movimientos laterales cortos imitando los pasos del juego.
Con esta rutina llegarás al partido con músculos calientes, articulaciones lubricadas y reflejos mucho más despiertos.
El calentamiento dinámico es la herramienta más efectiva para cualquier jugador amateur de tenis que quiera rendir mejor y cuidar su cuerpo. Mejora la movilidad, la coordinación y el flujo cardiovascular, al mismo tiempo que reduce significativamente el riesgo de lesiones.
Si sos de los que aún entran a la cancha sin calentar o solo estiran un poco de forma estática, animate a probar esta rutina dinámica. Vas a notar cómo tu cuerpo responde más rápido desde el primer saque, tus golpes salen con mayor precisión y tu resistencia se extiende a lo largo de todo el partido.
Prepararte bien antes de jugar no es una pérdida de tiempo: es la mejor inversión en tu rendimiento y en tu salud deportiva.
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