El tenis es uno de los deportes más completos y exigentes tanto a nivel físico como mental. Si bien aporta grandes beneficios para la salud —como mejorar la resistencia, la coordinación y la fuerza muscular— también conlleva ciertos riesgos de lesiones, especialmente cuando se practica de manera intensa o sin la preparación adecuada. Tanto jugadores amateurs como profesionales están expuestos a molestias que, si no se tratan a tiempo, pueden convertirse en problemas crónicos.
En este artículo vas a conocer las lesiones más comunes en el tenis, sus causas principales y, sobre todo, cómo prevenirlas para que disfrutes del juego sin interrupciones.
Lesiones comunes en el tenis
El constante movimiento, los desplazamientos laterales y los golpes repetitivos hacen que algunas articulaciones y músculos estén más expuestos que otros. Estas son las lesiones más frecuentes:
1. Codo de tenista (epicondilitis lateral)
Es probablemente la lesión más conocida en este deporte. Se trata de una inflamación en los tendones del codo provocada por movimientos repetitivos, como el saque o los golpes de revés mal ejecutados. El dolor suele aparecer en la parte externa del codo y puede intensificarse al agarrar la raqueta.
2. Lesiones en la muñeca
La muñeca soporta gran parte de la fuerza y la precisión de cada golpe. Un bloqueo incorrecto o el uso excesivo del topspin pueden provocar distensiones, tendinitis o incluso microdesgarros.
3. Lesiones en el hombro
Los saques potentes y repetitivos pueden causar tendinitis, bursitis o pinzamientos en el hombro. Esta zona es especialmente vulnerable debido al rango de movimiento que requiere cada golpe.
4. Lesiones en la rodilla
Los cambios de dirección, frenadas bruscas y saltos son comunes en el tenis, pero también representan una gran carga para las rodillas. Entre las lesiones más comunes se encuentran esguinces, inflamación de los ligamentos y síndrome rotuliano.
5. Lesiones en el tobillo
Los desplazamientos laterales rápidos y las caídas inesperadas suelen terminar en esguinces de tobillo. Esta lesión es muy común en amateurs que no utilizan el calzado adecuado o no fortalecen los músculos estabilizadores.
Consejos para prevenir lesiones
La buena noticia es que la mayoría de estas lesiones pueden evitarse si se aplican rutinas adecuadas de prevención. Aquí tenés algunos consejos prácticos:
Calentá siempre antes de jugar
Un calentamiento dinámico con movilidad articular, trote suave y estiramientos prepara los músculos y articulaciones para la exigencia del partido. Saltarse este paso aumenta el riesgo de lesión.Podés consultar nuestras rutinas efectivas de calentamiento para mejorar este aspecto.
Mejorá tu técnica
Un golpe ejecutado de manera incorrecta genera más tensión en articulaciones y tendones. Tomar clases con un profesor puede ayudarte a corregir la técnica y reducir el riesgo de lesiones.Fortalecé tu cuerpo
El tenis no solo demanda brazos fuertes, también requiere un core estable y piernas resistentes. Ejercicios de fuerza como sentadillas, planchas, flexiones y trabajo con bandas elásticas fortalecen las zonas críticas.Elegí el equipo adecuado
Las raquetas deben adaptarse a tu nivel y estilo de juego. El peso, la tensión de las cuerdas y el tamaño del grip son determinantes. Además, las zapatillas de tenis —diseñadas para desplazamientos laterales— brindan soporte y amortiguación para tobillos y rodillas.Encontrá más recomendaciones en cómo elegir el mejor grip y cuidar tu raqueta.
Dale descanso a tu cuerpo
Jugar sin pausas ni tiempo de recuperación aumenta el riesgo de fatiga muscular y lesiones. Respetar los días de descanso y dormir bien es tan importante como entrenar.Escuchá las señales de tu cuerpo
Nunca ignores un dolor persistente. Lo que empieza como una molestia puede convertirse en una lesión crónica. Ante los primeros síntomas, consultá a un especialista en medicina deportiva o fisioterapia.
Estiramientos post partido
Después de cada entrenamiento o partido es fundamental realizar una rutina de estiramientos para evitar rigidez y mejorar la recuperación muscular. Concentrate en:
Brazos y codos, para liberar tensión acumulada en los golpes.
Hombros, con movimientos suaves que mejoren la movilidad.
Piernas y glúteos, que soportan la mayoría de los desplazamientos.
Espalda baja, para mantener la flexibilidad y prevenir dolores lumbares.
Estos estiramientos no solo ayudan a prevenir lesiones, también favorecen la circulación y preparan el cuerpo para la próxima sesión.
El tenis es un deporte apasionante, pero para poder disfrutarlo durante muchos años es esencial cuidar el cuerpo y prevenir lesiones. Con un buen calentamiento, la técnica adecuada, ejercicios de fortalecimiento y estiramientos post partido, podés reducir significativamente el riesgo de molestias.
Recordá: el cuidado preventivo no solo mejora tu salud, también potencia tu rendimiento. Incorporá estos hábitos a tu rutina, prestá atención a las señales de tu cuerpo y vas a notar la diferencia en la cancha.












