El saque es, sin dudas, uno de los golpes más determinantes en el tenis. Es la única acción del juego en la que tenés el control absoluto: nadie te presiona, vos marcás el ritmo y decidís cómo empezar el punto. Un buen saque puede significar un punto directo, mientras que uno mal ejecutado le regala la iniciativa al rival. Por eso, entrenar y perfeccionar esta técnica es esencial para cualquier jugador amateur que quiera mejorar su rendimiento y competir de manera más efectiva.
En este artículo vas a conocer las mejores técnicas, ejercicios y consejos para que tu saque se convierta en un arma poderosa dentro de la cancha.
Técnicas fundamentales para un buen saque
Antes de entrar en ejercicios prácticos, es clave entender los fundamentos técnicos que hacen posible un saque sólido y confiable:
Posición y agarre: Mantené una postura firme, con los pies separados al ancho de los hombros, y relajá el cuerpo para evitar rigidez. El agarre continental es el más utilizado porque permite generar tanto control como potencia, además de facilitar la variedad de efectos.
Lanzamiento de la pelota: El éxito del saque depende en gran parte de un lanzamiento consistente. La pelota debe ir siempre a la misma altura y ligeramente por delante de tu cuerpo. Practicar la regularidad del lanzamiento es casi tan importante como el golpe en sí.
Movimiento coordinado: Un buen saque se construye a partir de la sincronización. Tus piernas generan impulso, el tronco ayuda con la rotación, y el brazo ejecuta la extensión final para impactar la pelota en el punto más alto posible. La fluidez y coordinación entre estas partes del cuerpo es clave.
Ejercicios prácticos para mejorar el saque
Una vez dominadas las bases, es momento de entrenar con ejercicios específicos que te van a dar consistencia y confianza:
Calentamiento específico: Nunca arranques a sacar en frío. Realizá movilidad articular en hombros, muñecas y codos, además de algunos estiramientos dinámicos. Esto no solo previene lesiones, sino que mejora la calidad de tus movimientos.
Práctica del lanzamiento: Un ejercicio sencillo y fundamental es lanzar la pelota con tu mano dominante sin golpearla. Repetí este movimiento varias veces hasta que logres que la pelota caiga siempre en el mismo lugar. Esto te asegura precisión y estabilidad.
Golpes repetitivos: Una vez con la técnica, hacé series de saques sin preocuparte por la fuerza. Concentrate en que cada movimiento sea limpio, natural y constante. La repetición es lo que genera memoria muscular.
Entrenamiento con objetivos: Dibujá o colocá conos en distintas zonas del cuadro de saque. El objetivo es dirigir la pelota a esas áreas específicas para trabajar la precisión. A medida que avances, podés alternar direcciones para complicar al futuro rival.
Fortalecimiento físico: El saque no depende solo de la técnica, sino también de la fuerza. Ejercicios para hombros, tríceps y muñecas son esenciales. No olvides trabajar también las piernas, ya que el impulso desde abajo le da potencia extra a tu saque.
Consejos adicionales para potenciar tu saque
Más allá de los ejercicios físicos, hay recursos que marcan una gran diferencia en la evolución de tu juego:
Grabate durante los entrenamientos: Ver tus saques en video te permite analizar la postura, la coordinación y detectar errores que quizás no notes en la cancha. Para más detalles, podés consultar cómo usar videos para analizar y mejorar tu técnica en tenis.
Entrená con un coach: La mirada de un entrenador puede corregir pequeños detalles técnicos que resultan claves para progresar.
Visualización mental: Antes de sacar, imaginá el golpe ideal. La concentración y confianza son factores decisivos para ejecutar un buen saque en momentos de presión.
Practicá efectos: Una vez que tengas dominado el saque plano, podés experimentar con el saque liftado o con slice. Esto te permitirá variar y sorprender a tu rival.
El saque es mucho más que el inicio de un punto: es la oportunidad de imponer tu juego desde el primer momento. Practicar de forma constante las técnicas básicas, aplicar ejercicios específicos y sumar hábitos como la visualización mental o la grabación de tu desempeño son pasos concretos para transformar tu saque en un recurso ganador.
No importa si sos principiante o llevás tiempo jugando: con disciplina, paciencia y un plan de entrenamiento, vas a notar mejoras significativas en tu consistencia, precisión y potencia. ¡Dale prioridad a tu saque y convertite en dueño del ritmo de cada partido!
